lunes, 17 de enero de 2011

Firma de Rafael Soriano es parte de un invierno raro en N.Y.

Por Dave Feldman / MLB.com

A primera vista, parece ser buena idea de los Yankees agregar al relevista dominicano Rafael Soriano, quien pactó con Nueva York por tres años y US$45 millones.
Soriano fue uno de los mejores cerradores del 2010, logrando 45 rescates por los Rays y terminando con efectividad de 1.73.
Claro, US$11.67 millones por año para un preparador del octavo inning parece un precio excesivo (aun en un mercado que le dio US$16.5 millones al también quisqueyano Joaquín Benoit, quien fichó con Detroit), pero no hay dudas de que los Yankees mejoraron su equipo con la firma de Soriano.
Pero queda pendiente la pregunta del millón: ¿Son los Yankees mejor equipo ahora que la temporada pasada?
El año pasado en la fecha límite para cambios, los Mulos adquirieron a otro taponero que no era para cerrarles juegos, Kerry Wood. El derecho lanzó muy bien vistiendo el uniforme rayado, registrando efectividad de 0.69 con 31 ponches en 26 innings como preparador del cerrador panameño Mariano Rivera.
Tampoco estoy insinuando que los Yankees debieron darle todo el dinero del mundo para que siguiera en Nueva York. Lo que quiero decir es que están los Yankees-en el mejor de los casos-tan bien en el rol del lanzador del octavo inning como lo estuvieron el año pasado. Eso es bueno.
Lo que no está bien es la rotación abridora, en la que el dominicano Iván Nova y Sergio Mitre siguien siendo los lanzadores 4 y 5. No es tanto una crítica de Nova y Mitre; ambos han enseñado potencial y estarían luchando por puestos en rotaciones de otros equipos. Pero los Yankees no son cualquier equipo. Es demasiado curioso el hecho de que Nova y Mitre estén compitiendo por puestos en la rotación de un club con nómina de más de US$200 millones.
¿Cómo llegaron los Yankees a este punto? Desde Zack Greinke y Matt Garza, hasta Brandon Webb, Shaun Marcum, Aaron Harang, Brad Penny y Jeff Francis, hubo nombres relevantes en el mercado de cambios y agentes libres en este invierno. Pero los Yankees se han quedado con los brazos cruzados, esperando para utilizar sus grandes recursos en otra cosa-lo que sea.
Ahora no queda gran cosa. Con el dinero destinado para Cliff Lee y/o Andy Pettitte, los Yankees se integraron al gran baile del invierno al darle US$35 millones a un preparador.
Dado el mercado actual y los jugadores disponibles, probablemente haya sido un movimiento acertado. Pero eso no significa que los Mulos hayan actuado con una astucia ideal en la temporada baja.



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