El espigado Robert Swift (2.16 y 122 kilos) se ganó la admiración de los ojeadores gracias a sus grandes números en High School (18.8 puntos, 15.9 rebotes y 6.2 tapones en su año senior) siendo considerado uno de los mejores jugadores de su promoción. Swift culminó su exitosa temporada jugando el McDonald’s All American en el 2004 junto a Josh Smith, Dwight Howard, Shaun Livingston, Al Jefferson o Rajon Rondo. A pesar de que todo indicaba a que iba a iniciar su ciclo universitario enSouthern California (USC), finalmente decidió entrar directamente al draft como otros compañeros de promoción, siendo elegido por los Supersonics en el puesto 12.
En su año de debut apenas jugó 5 minutos por encuentro y desde el principio de su carrera profesional tuvo problemas con las lesiones. La más grave se produciría en la temporada 2005-2006 al romperse el ligamento cruzado de su rodilla izquierda. El curso 06-07 lo pasó entre algodones y en su reentré sorprendió por su look “gótico”,luciendo una larga melena pelirroja y con el cuerpo esculpido de tatuajes. En alguno de ellos manifestaba su total confianza en una redención que nunca tuvo lugar debido a la aparición de nuevas lesiones.
La temporada 08-09 disputó 26 partidos con los Thunder, que renunciaron a sus derechos, para un total de 97 partidos en 4 campañas. A finales del 2009 se unió alBakersfield Jam de la NBDL, ciudad natal del jugador, pero tras dos partidos renuncióaludiendo razones personales.
Swift, con raíces asíaticas (su padre es de Okinawa), entrará en contacto con lacultura japonesa la próxima temporada y, quién sabe, tal vez con el baloncesto.
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