domingo, 3 de octubre de 2010

La historia de Geoffrei Silvestre: de Cuba a Plasencia

Este fin de semana toca viajecito Plasencia, una plaza de grato recuerdo, especialmente poraquella pasada primavera donde el Clavijo consiguió el pase a la Final a Cuatro de LEB Plata, derrotando al equipo local.
Desde aquellos meses calurosos, mucho ha cambiado el panorama en el Plasencia Extremadura. Estamos hablando de un bloque con pasado no muy lejano en LEB Oro, que en estas últimas temporadas ha acostumbrado a formar plantillas potentes y caras, que nunca han dado los frutos deseados. Al fin, este verano se acabó para ellos la bonanza, y tocó apretarse el cinturón. Tras quedarse a poco de no poder ni salir a competir, al final se reunió el mínimo dinero necesario y se formó un bloque joven y barato (el base titular es Sergio Soria, ex del Clavijo), con sólo dos continuidades del año anterior (los veteranos Barceló y Conejero), y aspiraciones justas de no pasar apuros y mantenerse, a la espera de tiempos mejores.Hasta que llegó Georffri Silvestre...

No sé si os sonará la historia, pero la contaremos rápido desde el principio: verano de 2009, la selección española, dentro de su gira de preparación del eurobasket, disputa en las Canarias, el 14 de agosto, un amistoso ante la frágil selección de Cuba (94-57). La noticia, más que el partido, vino a continuación, y no es algo extraño cuando se trata de deportistas cubanos en el exterior:cuatro jugadores de la selección cubana 'desaparecieron' de la concentración y no volvieron a su país. Desertaron.
Entre ellos, el protagonista que hoy nos ocupa: Georffri Silvestre. Este ala-pivot de 30 años de edad está considerado el mejor jugador de baloncesto de Cuba, y para algunos de toda sudamérica. Pero en su país ganaba apenas 20 dólares mensuales. Así que decidió jugársela para buscar acomodo en Europa: "Tengo nivel para jugar con los mejores", decía.

Obviamente, comprobar eso no iba a ser posible a corto plazo, ningún equipo ACB se la iba a jugar con un deportista del que se desconoce su nivel fuera de Cuba, con el añadido de los problemas burocráticos que conllevarían su deserción de su patria 'madre'. Algunos de LEB Oro como Axarquía ofrecieron a los exiliados una ayuda mensual, pero hete aquí que, casualidades del destino (el entrenador del Tenerife de LEB Oro, donde Georffri entrenaba clandestinamente, era ex de Plasencia), el Plasencia de LEB Plata vio la oportunidad y decidió correr el riesgo: firmó un contrato profesional con Silvestre, por 1.700 euros mensuales ('barato', viendo lo que se paga a los americanos de LEB Plata), un piso de alquiler pagado, y la firme convicción de que el jugador iba a estar sobrado en una categoría como ésta.

Obviamente, comprobar eso no iba a ser posible a corto plazo, ningún equipo ACB se la iba a jugar con un deportista del que se desconoce su nivel fuera de Cuba, con el añadido de los problemas burocráticos que conllevarían su deserción de su patria 'madre'. Algunos de LEB Oro como Axarquía ofrecieron a los exiliados una ayuda mensual, pero hete aquí que, casualidades del destino (el entrenador del Tenerife de LEB Oro, donde Georffri entrenaba clandestinamente, era ex de Plasencia), el Plasencia de LEB Plata vio la oportunidad y decidió correr el riesgo: firmó un contrato profesional con Silvestre, por 1.700 euros mensuales ('barato', viendo lo que se paga a los americanos de LEB Plata), un piso de alquiler pagado, y la firme convicción de que el jugador iba a estar sobrado en una categoría como ésta.
Les quedaba lo más duro: la burocracia. Cuba iba a poner todos los impedimientos posibles en la carrera de un jugador ya estigmatizado como 'rebelde de la patria'. Arrancó la liga y Silvestre se sentó en el banquillo, sin ficha ni transfer internacional, a la espera de que interviniera la FIBA de oficio.
A esto se sumó otro bache más, del todo inesperado: el 8 de octubre, Silvestre desapareció sin dejar rastro, y estuvo unos días sin dar señales de vida. ¿Una nueva fuga? Como contó él mismo a su vuelta, un abogado cubano le comió la cabeza con la promesa de conseguirle un permiso de trabajo express y un contrato con un equipo de más categoría que Plasencia. Señales de humo. Georffri volvió a Plasencia avergonzado y pidió perdón a todos. Paralelamente, la FIBA entregó el transfer, y debutó en liga el 16 de octubre, en un Córdoba-Plasencia (73-83).

La curiosa historia fue seguida con mucha atención por el portal tubasket.com. Pinchando aquí, os paso un enlace con links a todas las informaciones publicadas sobre su llegada a Plasencia y su posterior fuga y retorno, hasta el debut con el equipo. Hace unos días, el diario Hoy de Extremadura le dedicaba un amplísimo reportaje donde cuenta esta misma historia con todo lujo de detalles. Merece la pena leerlo, pinchando aquí. También os paso una entrevista que le hizo el diario Marca, con toda la historia.

Desde aquello, todo ha sido toda para bien. Como cabría esperar, Silvestre se ha convertido en el líder absoluto del Plasencia, y en uno de los mejores jugadores de LEB Plata, con unos brillantes promedios de 14,4 puntos y 6,8 rebotes por partido. Su figura resalta con fuerza en un equipo confeccionado para no descender, y al que sin embargo ha guiado con firmeza hacia la fase de ascenso. Evidentemente, sólo tan especiales circunstancias han hecho posible que un jugador como él acabe en un equipo como éste.

En esta fase decisiva, Plasencia acumula una victoria (Leyma) y una sonrojante derrota el sábado pasado en Andorra (97-57). Están un peldaño por debajo, y lo saben, y un jugador como Geoffri es poco. Lucharán por alguna de las últimas plazas de acceso al playoff, con esa (casi única) garantía de tener quizá al mejor jugador de la categoría en sus filas.

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