lunes, 25 de octubre de 2010

Iverson, de icono NBA a estrella del Besiktas


"Nadie que haya hecho tanto como él por la NBA debería estar jugando en Turquía para terminar su carrera. Es uno de los jugadores más especiales de nuestro deporte y al que todavía le queda algo. Me siento fatal por esto. Su carrera no debería terminar así". Son palabras de Larry Brown, entrenador con el que Allen Iverson vivió los mejores días de su carrera.
Ahora en cambio está cerca escribir un nuevo disparatado capítulo en una recta final de carrera que hace años nadie hubiera sospechado. El que puede presumir de ser uno de los anotadores más prolíficos que ha conocido la liga en las últimas décadas no ha encajado de buen grado su declive y, después de tres salidas tortuosas de otros tantos equipo, ha tenido que buscar su sitio fuera de la NBA. El destino elegido parece ser el Besiktas, club que, según informan, podría tener el acuerdo con el jugador casi cerrado.
Las informaciones publicadas hasta el momento hablan de un contrato de4 millones de dólares por dos años. Los primeros rumores firmes saltaron a la palestra hace dos semanas. Por entonces ya se empezaba a hablar de las clásulas de un contrato que, entre otras cosas, pondría un tope máximo de un 1% del salario para las multas que el club podría imponer al escolta de Virginia.
El conjunto turco está muy al tanto de los peligros que también supone hacerse con los servicios de este jugador, por lo que no sólo se ha preocupado de alcanzar un acuerdo a este respecto, sino que no le concederá una cláusula de salida a mitad de temporada en caso de que alguna franquicia de la NBA se interesara por él.
Algo que, por otra parte, no resulta demasiado probable. Hasta ese punto de deterioro ha llegado de Allen Iverson, estandarte de la llamada 'Generación Hip-Hop' que llegó a la NBA a mediados de la década de los 90. En su caso, el historial ya comenzó a cuajarse en el instituto, cuando fue condenado a 15 años de prisión por su papel en una reyerta que tuvo lugar en Virginia. Al final sólo tuvo que pasar cuatro meses en un reformatorio y para 1995 los cargos ya habían sido retirados por falta de pruebas suficientes.
Después de pasar los 10 primeros años de su carrera profesional jugando para los Philadelphia 76 ers, fue traspasado a los Denver Nuggets para formar matrimonio anotador con Carmelo Anthony. El enlace no dio grandes frutos, y sería traspasado nada más comenzar la temporada 2008-09 a los Detroit Pistons. Ahí empezó la cuesta abajo.
A pesar de un buen inicio en la franquicia de Michigan, pronto empezó a verse ensombrecido por la figura de Rodney Stuckey, un prometedor jugador de segundo año que empezaba a despuntar. La confianza en su futuro llevó al entonces entrenador, Michael Curry, a apostar por él en lugar de Iverson. Acostumbrado a los flashes, el escolta formado en la prestigiosa Universidad de Georgetown expresó su descontento y acabó apartado del equipo en las últimas semanas de competición.
Ese verano ya empezaron a verse sus dificultades para encontrar equipo, y no fue hasta casi empezada la pretemporada cuando fichó por losMemphis Grizzlies, un mercado muy pequeño en el que se hacía difícil imaginar a un jugador de su repercusión. Relegado a un segundo plano debido a la presencia de OJ Mayo en su puesto, se marchó citando "razones personales" después de haber jugado sólo tres partidos.
Los rumores acerca de una posible retirada eran cada vez mayores. Más aún cuando comenzaba la campaña 2009-10 sin equipo. Sin embargo apareció el equipo de su vida, los Sixers, para intentar rescatarle. Aquello incluyó edulcoradas escenas de reecuentro, pero después de sólo tres meses tuvo que abandonar para ocuparse de los problemas de salud de Messiah, su hija de 4 años.
Parece que la paciencia de la NBA con Iverson ha llegado a su tope, y ahora es la Liga Turca la que parece que sacará provecho de su imagen. Una competición con más pasión que peso en el concierto europeo, ejerce como puente para grandes jugadores que terminan el ciclo universitario y dan el salto a Europa. Son ejemplos Devan Downey, Tyler Smith o el propio AJ Ogilvy, con el que compartirá vestuario. Su caso, sin embargo, será el de un jugador rebotado de la NBA, como Quincy Douby o Tarence Kinsey.
En el Besiktas será compañero del ex ACB Mychal Ignerski y tendrá la oportunidad de disputar la Eurocup, aunque al menos en la fase de grupos no coincidirá con Gran Canaria 2014, Cajasol o Asefa Estudiantes, los equipos españoles en liza.
Es otro capítulo más en un final impropio de un jugador que fue MVP de la NBA, cuatro veces máximo anotador y que llevó a los Sixers a las Finales de 2001. Un jugador que fue icono del baloncesto y que no ha encajado bien la vejez.

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