A las once parejas les resta despedirse de Guatemala con una prueba que tensa sus nervios en la reserva natural Atitlán. Antes de tomar el avión que los deposite en la capital mexicana, deben deslizarse por los cables de una Tirolesa (canopy) sobre las copas de los árboles, atravesando 1500 metros de bosque. Ya sabemos que Marietta le teme a las alturas, así que sus agónicos gritos son estremecedores. Los dominicanos Jelkin y Javier quieren resguardar la punta pero las tres parejas mexicanas toman rápidamente la delantera. Después de descansar en el D.F. viajan a Puebla y los chilenos Mauricio y Mariana pagan la multa del episodio anterior, quedando con el corazón en la boca hasta el último minuto.
Esta vez a los competidores les toca hacer trabajar los músculos de sus estómagos y aunque no tienen que comerse el mole poblano que amasan, se descomponen con un atracón de dulces conocidos como "gallitos" y "gallinas". A Stefany la afectó mucho la altura y prefiere pagar con minutos antes que terminarlos. Mientras Mauricio y Carlos se coronan vencedores de esta etapa, las peruanas deben esperar dos horas por la multa y ven como Mauricio y Mariana se quedan con el décimo puesto. Finalmente a Susy y Stefani les toca el onceavo lugar y por ende escuchar como Harry les dice que han sido eliminadas de la carrera.
Deslizarse sujetos a una polea por encima de la copa de los árboles parece tener un efecto liberador en la mayoría de los participantes, a quienes se ve gozar a pura adrenalina.
Pegarle a una piñata los vuelve niños y es simpático escucharlos cantar la clásica "Ya le diste una, ya le diste dos..."
La peruana Susana es una madraza y aunque nota que su hija Stefany se empieza a quebrar trata de mantenerse sólida. Cuando pierden, solo tienen palabras de agradecimiento. Se han ido más unidas que cuando llegaron.
"Tú puedes, hermoso, tú puedes", le dice Marietta a su novio José pero aparentemente él solo puede maldecir antes de vomitarse la vida en la prueba de los dulces.
"Nosotros somos mexicanos y ellos no", se la pasan arengando a sus conductores de turno Mauricio y Carlos, tocándoles la fibra patriótica. El truco parece efectivo porque llegan primeros.
Aunque se los escucha decir "somos los número uno", Jelkin y Javier arrancan en primer lugar pero terminan sextos.
Roger y Omar de Venezuela llegaron en el cuarto puesto.
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