"Nada ha cambiado. Es mi decisión, y todo el mundo tiene que respetarla. Eso es todo".
Rudy ha vuelto a hablar después de anunciar el lunes que se quiere volver a casa.
Su postura no ha cambiado un ápice y en Portland cuesta entenderla.
El periodista que sigue a losBlazers en el diario de referencia de la ciudad, 'The Oregonian', explica hoy en qué punto está la situación.
Y empieza su crónica así: 'Una solución al serial en curso entre el nostálgico Rudy Fernández y los Blazers se puede comprar por 2,39 dólares en las tiendas Fred Meyer. Está justo en el pasillo ocho de mi Freddy: una caja de 200 kleenex. Así es, Rudy. Pásate uno por los ojos. Límpiate la nariz. En esencia, deja de actuar como un bebé'. Éste es sólo el principio de su relato.
'Si esto fuera póquer, Cho (general manager de Portland) tendría una mano invencible. Fernández no tendría nada.
Pero lo que Fernández tiene es una oportunidad. Una oportunidad de jugar. La oportunidad de ganar. Y la oportunidad de divertirse en una ciudad maravillosa que aún está dispuesta a darle un abrazo mientras le está pagando 1,246 millones de dólares.
Entre bastidores, su agente europeo ha volado a Portland y está tratando de persuadir a Cho en conversaciones cara a cara para que libere a Fernández, permitiendo que el español firme un contrato en Europa. Mientras tanto, el agente americano, Andy Miller sigue hostigando a Cho por teléfono, también pidiendo que lo libere.
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