Han sido seis duros e interminables meses, desde que aquel 24 de marzo, el jugador de los New Orleans Hornets, David West cayera lesionado de gravedad al romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Ahora, tras una exigente rehabilitación, el jugador está listo para volver a las canchas, cuando el lock-out se lo permita.
David West ha sido, durante las últimas temporadas, un jugador fundamental en los esquemas de los Hornets. Hasta su lesión promediaba 18,9 puntos y 7,6 rebotes por partido, manteniéndose en los buenos números firmados ya desde hace años y que le han valido su nominación, por ejemplo, como All-Star durante dos temporadas. La lesión en un partido contra Utah cayó como un jarro de agua fría sobre los Hornets. El equipo veía de un plumazo desvanecidas sus opciones de hacer algo grande al quedarse sin su mejor jugador, con permiso de Chris Paul, y esto se tradujo en una eliminación en primera ronda de Playoffs, a manos de los Lakers.
Durante este tiempo, además de recuperarse, el jugador se ha dedicado a estudiar su futuro. Sin cerrar la puerta a seguir jugando para el equipo de toda su vida, West tomó la decisión de declararse agente libre (“Estoy buscando la oportunidad de ganar” argumentó en el momento de anunciarlo) y no eligió mal momento. A sus 31 años, recién cumplidos, David, gracias en parte al lock-out, ha dispuesto del tiempo necesario para centrarse en su rodilla y no tener que andar pendiente de negociaciones con equipos, sueldos, duraciones de contratos…. Sin la preocupación de su futuro, el “power forward” nacido en New Jersey ha cuidado hasta el último detalle en su recuperación para volver a ser el de antes, le toque donde le toque jugar.
Su futuro, como el de la liga y el de muchos jugadores está en el aire. Hasta que no se solucione el lock-out, West no puede negociar con ninguna franquicia. Sin embargo, sabiendo que vuelve a estar al 100% seguro que no le faltarán novias. West está de vuelta.
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