Uno de los jugadores históricos de los años noventa, el puertorriqueño Piculin Ortiz, podría volver a formar parte del mundo del baloncesto cuatro años después, tras su retirada de las canchas en el 2006. Según informan medios de su país, habría interés en el club Piratas del Quebradillas para que se incorpore como ayudante del su primer entrenador Manolo Cíntrón.
La idea surgió de una conversación entre el entrenador y el propio ex jugador, según afirma uno de los dirigentes de club, Carlos Rodriguez: “Nos vamos a reunir, Todo surgió durante una conversación con Manolo Cintrón, quien en ese momento estaba con Piculín y se lo propusimos. Todavía es muy pronto, pero vamos a hablar a ver si llegamos a un acuerdo”.
José Rafael Ortiz Rijos, más conocidos como Piculín, expresión puertorriqueña que significa pequeño, que evidentemente con ironía, porque con sus 2,08 se le puede considerar todo lo contrario.
Su estatura unida a su talento le hizo forjar una carrera que alargó hasta los 43 años. Comenzó jugando al baloncesto en su país en 1983 en las filas del los Atléticos de San Germán ganando tres campeonatos nacionales. Posteriormente pasó a jugar en la NCAA, hasta que en 1987 le pudimos ver primera vez en la ACB, en el CAI de Zaragoza. Ese mismo año, los Utah Jazz le eligieron en primera ronda del draft con el número 15. Coincidió con míticos jugadores como David Robinson que fue número 1, Scottie Pipen número 5 o Reggie Miller número 11. En los Jazz debuto en 1988 y jugó dos temporadas, con un total de 64 partidos.
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