"Voy a mostrar algo que nunca se ha visto aquí antes", dijo Allen Iverson a su llegada a Turquía para incorporarse al Besiktas. Un par de semanas después, el número uno del draft de 1996, el MVP de la NBA de 2001, la estrella que llevó a los 76ers a la gran final de la mejor liga del mundo, ha perdido los tres partidos que ha disputado con su nuevo equipo –que, por cierto, le paga cuatro millones de dólares por dos años– y ha promediado 11,6 puntos. No está siendo, desde luego, un retiro dorado para este legendario jugador.
Iverson comenzó cayendo la pasada semana en la Eurocup frente al Hemofarm Stada Vrsac a pesar de sus 15 puntos. Días después cedió contra el Fenerbahce Ulker y sólo metió dos puntos en 19 minutos. Anteayer logró 18, pero volvió a perder y este último mazazo fue incluso más cruel, ya que llegó tras una derrota injusta por un error de la mesa de cronometradores al considerar válido un lanzamiento de un jugador de Goettingen que estaba fuera de tiempo.
A la espera de la saber si prospera el recurso del Besiktas y se repite este encuentro se trata de la tercera derrota para el ex astro de la NBA, que ha llenado hasta ahora las canchas que ha visitado, pero que sigue sin poder ganar un partido
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