Considera y respeta el riesgo que asoma en la próxima curva.
Lo malo es que Manny Pacquiao, de manera casi automática, le entra al tema de su retiro del boxeo.
Absorbido por su candente agenda de empresario y congresista, de todos modos para "Pacman" lo primero sigue siendo el boxeo.
Es su vida. Ahora tal vez menos. Pero ha sido su vida. Por eso su convicción le alcanza para marcar el
compromiso que tiene el 7 de mayo en Las Vegas ante Shane "Sugar" Mosley.
"Me gusta lo que hago... amo lo que hago", dice al primer envión del reportero.
"Son cosas muy diferentes, yo tengo una carrera que respetar y que defender, pero ahora hago otras cosas", afirma al término de su entrenamiento en el Wild Card Boxing Club de Hollywood.
Trascendente. Sí. Esencialmente práctico, tal vez.
¿Qué haces diferente para esta pelea ante Mosley?
"No mucho. Sabemos qué trae Mosley, y con Freddie [Roach] hacemos un plan para encontrar respuestas. Ustedes saben, yo no miro tanto al rival", indicó.
Lo diferente ahora es que ese rival es un futuro Salón de la Fama que, con casi 40 años, ha ganado respeto como oponente del mejor libra por libra del mundo.
Manny lo sabe y tiene claro porqué debe prepararse a tope y porqué para ese día, en el MGM de Las Vegas, necesita dar el cien por ciento.
Nadie ha noqueado a Mosley (46-6-1 y 39 KO’s) y Pacquiao no ha podido noquear a los dos superwelters que enfrentó —y apaleó— en su mítica incursión en categorías superiores del boxeo actual.
"Son muy grandes", acepta, y ríe.
Aunque sabe que nadie le quita nada de sus victorias sobre Joshua Clottey, y especialmente sobre Antonio Margarito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario