jueves, 18 de agosto de 2011

El fichaje de Rudy Fernández colapsa el Bernabéu


Las redes sociales hablaban del fichaje de Rudy Fernández por el Real Madrid como el mejor de la última década en la sección. La afición blanca se ha ilusionado mucho con la llegada para los próximos cuatro años del alero internacional, el crack que le faltaba al equipo de Laso para aspirar a todo y abrochar una plantilla fantástica, capaz de convertir al aspirante en campeón. Los hinchas, exultantes, pasaron de la alegría a los hechos. Y lo expresaron. Tras el anuncio de su fichaje, aunque aún no se ha hecho oficial, la centralita del Santiago Bernabéu se colapsó de llamadas en busca de un abono para la próxima temporada.

El club, donde reina una gran felicidad por haber sacado adelante una operación de muy difícil ejecución, recibió cerca de 1.000 peticiones para hacerse con una localidad para toda la campaña en el Palacio de los Deportes, la nueva casa del Madrid. El teléfono no funcionó bien. Se había saturado. El impulso anímico para
la sección, envalentonada también por el cambio de pabellón tan celebrado por sus hinchas, ha sido tremendo. Todo era felicidad intramuros, —de hecho el entrenador Pablo Laso estaba encantado—, tras haber ganado una carrera al mismísimo Barcelona.

Joan Bladé, director de la sección azulgrana, y Joan Creus, director deportivo, intentaron por todos los medios el fichaje del alero mallorquín. Le ofrecieron un gran contrato y hablaron con los padres. Estuvieron a punto de seducir a Rudy para que jugara en el Palau. Finalmente, el internacional apostó por el Madrid. Ha dado su palabra.

No quería estar permanentemente a la sombra de Juan Carlos Navarro, la referencia absoluta del campeón de Liga. Quiere ser el jugador franquicia del Madrid y liderar el proyecto de un equipo que tiene como objetivo recuperar la supremacía en España y dar un paso más en Europa en busca de la ansiada Euroliga.

Rudy firmará vía fax desde Málaga, donde la expedición de la selección aterrizará tras jugar un amistoso en Kaunas ante Lituania. En el anuncio que haga oficial el Madrid se cuidarán todos los detalles. Se hará público que el alero se incorporará a la disciplina del club mientras dure el cierre patronal de la NBA y que el Madrid se asegura sus derechos en previsión de una futura vuelta a Europa, una vez cumplida su vinculación con los Mavericks a 30 de junio de 2012.

La idea en la sección, aunque resulte algo complicada de materializar, es conseguir que Rudy no vuelva a Estados Unidos aunque se solucione el 'lockout', que no se quede cojo de su estrella el equipo de Laso a mitad de temporada.

El objetivo es negociar la rescisión del contrato que une al jugador con los Mavericks para que el mallorquín esté la temporada completa de blanco y después continúe hasta 2015 a razón de 2,6 millones de euros por año, la misma ficha que tiene Navarro en el Barça. Evidentemente, es el jugador mejor pagado de la plantilla y también el fichaje más costoso en la historia de la sección.
 
El Madrid también tiene que llegar a un acuerdo con el Joventut, club que puede ir al derecho de tanteo ante la oferta que presente el Madrid por el mallorquín en las oficinas de la Liga Endesa. No es algo que preocupe en exceso en la sección. Entienden que la Penya, en concurso de acreedores, no está en condiciones
de igualar el contrato que formalice el club blanco con Rudy, el hombre que devolvió la
sonrisa al madridismo.

Su fichaje ha traspasado fronteras. A la llegada con la selección a Kaunas fue el más perseguido por los periodistas lituanos, sólo por detrás de Pau Gasol. Se escuchó hasta una voz en castellano. La de un aficionado español. “Rudy, hazte una foto conmigo, que soy socio del Madrid desde hace un montón de años. No veas lo felices que estamos”, dijo ante la perplejidad del alero mallorquín, que posó gustoso y sorprendido de encontrar un madridista tan lejos de casa.

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