La primera baja del cierre patronal instalado el viernes en la NBA ocurrió el mismo día cuando quedó en el aire la apertura del mercado de agentes libres en la fecha acostumbrada del 1 de julio.
También podrían llegar a suspenderse partidos si los propietarios y los jugadores no hacen progresos cuando reanuden las conversaciones.
"Esto se va a poner feo", advirtió el analista de la televisión y miembro del Salón de la Fama Charles Barkley. "He estado diciendo públicamente que no creo que vayan a jugar en toda la próxima temporada".
El cierre patronal anterior redujo la campaña de 1998-99 a 50 partidos, y los jugadores afirman ahora que están preparados para resistir el tiempo necesario y mantener su rechazo a los cambios financieros propuestos por los dueños.
La parálisis del 1 de julio fue un triste contraste con los vertiginosos acontecimientos de hace exactamente un año, cuando LeBron James recibió a los Knicks de Nueva York y a los Nets de Nueva Jersey para escuchar sus propuestas, y los dirigentes de los equipos recorrieron el país en busca de otras estrellas que estaban disponibles.
El interés en la liga creció a partir de entonces, y de allí hasta la final de la NBA que tuvo los mejores ratings televisivos en años.
"El basquetbol como deporte está en una gran posición hoy en día. Es una vergüenza que lleguemos a esto", dijo el representante Marc Cornstein. "Esperemos resolver esto de una manera justa y equitativa".
Los dueños añadirían: y redituable. Cansados de perder millones en un sistema que le ha garantizado a los jugadores 57% de los ingresos, quieren un cambio que le permita a los equipos con un mercado pequeño competir con los que tienen grandes mercados, y que todos ganen.
El subcomisionado Adam Silver ha dicho que algunos equipos estarían mejor si no hubiera partidos esta temporada, aunque enfatizó que ningún dueño quiere eso. La liga de hockey de Estados Unidos, NHL, tuvo que cerrar un año para conseguir el sistema de límite salarial que buscaba. Dado que los propietarios de la NBA buscan la misma situación, la pregunta es: ¿estarían dispuestos a tomar el mismo camino?
"No tengo temor. Estoy resignado al daño potencial que esto puede causarle a nuestra liga y a toda la gente que se gana la vida con nuestra liga", dijo el comisionado David Stern. "Mientras profundicemos en esto, estas cosas tienen la capacidad de cobrar vida propia. Uno no puede predecir qué pasará".